"Somos obra de
Dios, liberados por Cristo de las tinieblas, salvados en su Nombre"
* 2 Cro
36,14-16.19-23: "La ira y la misericordia del Señor se manifestaron en el
exilio y la liberación del pueblo"
* Sal 136,1-2.3.4.5.6:
"Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti"
* Ef 2,4-10:
"Estando muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo"
* Jn 3,14-21: "Dios mandó a su Hijo al mundo
para que el mundo se salve por Él"MONICIONES
ENTRADA: Estamos cerca de celebrar lo central de nuestra fe: la muerte y
resurrección de Jesús. En la Eucaristía que ahora nos reúne se hace presente
este misterio del amor de Dios a la humanidad, misterio que nos llena de
esperanza y de alegría, porque hace que nos sintamos de verdad hijos queridos.
LECTURAS: El Amor de Dios a toda la humanidad le lleva a entregarnos a su propio
Hijo, que es capaz de llegar hasta la muerte en Cruz; Dios no manda a Jesús
para juzgar ni para condenar al mundo, sino para salvar a todos los que se
dejan abrazar por un Padre todo bondad y misericordia.
ORACIÓN DE FIELES
Llamados
a vivir en la Luz de Jesús, en el Amor del Padre, le presentamos nuestras
súplicas y necesidades, diciendo:
SEÑOR, DANOS TU AMOR
1. Para
que la Iglesia sea la comunidad de personas salvadas que anuncian la salvación
y la paz, que trabajan por el bien de los necesitados. Oremos.
2. Para
que los cristianos sepamos hacer visible el amor de Dios en la entrega y en el
servicio, en la búsqueda de una sociedad justa y fraterna. Oremos.
3. Para
que todos los que sufren abandono, rechazo y dolor se agarren con fuerza a la
Cruz de Jesús y encuentren alivio y esperanza. Oremos.
4. Para
que nuestra comunidad sepa llevar la Luz de Dios a todos los que
viven en la oscuridad de la duda y del desamor. Oremos.
Oración:
Danos, Señor, tu amor y acoge la oración que te presentamos confiando en Ti.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
OFERTORIO: La entrega no es una experiencia lejana ni ajena a nuestra propia vida. Cada uno sabe lo que es capaz de entregar y por quién tenemos fuerzas para entregarnos... Cada uno sabe a qué cruces somos capaces de subirnos o qué cruces estamos dispuestos a llevar y por quién.
COMUNIÓN: los hombres seguimos prefiriendo muchas veces las tinieblas a la luz,
nos encerramos en lo pequeño sin descubrir que somos lo más importante, que
estamos invitados a la Vida de Jesús. Pero aun cuando andamos perdidos y
equivocados, Dios está cerca de nosotros, para llenarnos de su amor.
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