Domingo II del Tiempo Ordinario - B

"¿Dónde vives? Venid y lo veréis"

Lecturas

1 S. 3,3b-10.19: "Habla, Señor, que tu siervo escucha".

Sal 39,2 y 4ab.7.8-9.10: "Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad".

1 Co. 6,13c-15a. 17-20: "Vuestros cuerpos son miembros de Cristo".

Jn. 1,35-42: "Vieron dónde vivía y se quedaron con Él"

Cartelera

MONICIONES DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO-B

ENTRADA: Dios Padre siempre nos busca, nos llama, nos invita a cumplir su voluntad, de modo que podamos decir como Samuel "habla, Señor, que tu siervo escucha". En Jesús es Dios quién nos encuentra, pero tenemos que estar atentos para ser sus testigos en medio de la vida. Celebremos con fe.

LECTURAS: Juan señala a Jesús como el Cordero de Dios, el anunciado por los profetas y esperado por todas las gentes de buena voluntad. Y Jesús, al ver que otros le siguen, les invita a descubrir su Mensaje. Escuchemos atentos la Palabra que Dios nos dirige.

ORACIÓN DE FIELES

Hermanos, la fe nos enseña que todo contribuye para el bien de todos a quienes Dios ama. con esta certeza, presentamos al Señor nuestras necesidades y las de nuestros hermanos, diciendo:

MUÉSTRANOS, SEÑOR, TU MISERICORDIA

1. Por los Obispos, Sacerdotes, Diáconos y Religiosos, para que no aparten su mirada del Cordero y puedan seguir escuchando sus palabras, roguemos al Señor.

2. Por todas las naciones de la tierra, para que el Señor ilumine a sus gobernantes y puedan garantizar justicia y equidad para todas las personas, roguemos al Señor.

3. Por los novios, para que cultiven el amor en sus vidas y puedan, en un futuro,  ser ejemplo de un matrimonio que no vive alejado del amor de Dios, roguemos al Señor.

4. Por quienes se sienten llamados al seguimiento del Señor, para que sea el mismo Dios quien los ilumine en tomar una decisión y puedan, a ejemplo de Samuel, cumplir cabalmente la voluntad divina, roguemos al Señor.

5. Por nosotros y nuestras familias, para que a la luz de la Palabra de hoy, no dejemos de escuchar la voz del Señor que nos llama y podamos realizar los actos que le agradan, roguemos al Señor.

Escucha, Señor, las oraciones que te hemos presentado de corazón, y que por tu amor infinito, se realice todo lo que te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor.

OFERTORIO: Traemos a tu altar nuestra vida, nuestro trabajo y esfuerzo de unidad. Te pedimos que lo recibas y lo conviertas en caridad para todos, especialmente para los más necesitados.

COMUNION: Cada vez que nos acercamos a recibirte sacramentalmente, manifestamos nuestra fe en tu divinidad y en tu Palabra de vida. Llénanos de Ti, Señor.